La reserva nacional Allpahuayo Mishana, en Loreto, celebra este sábado el sétimo aniversario de su categorización, título que le permite proteger raros bosques de arena blanca y bosques inundables por las aguas negras del río Nanay, que constituyen una fuente de agua limpia que abastece a las localidades de San Juan, Belén, Punchana e Iquitos.
La reserva Allpahuayo-Mishana está ubicada a 23 kilómetros al suroeste de la ciudad de Iquitos, capital loretana, y abarca 58,069.25 hectáreas.
Alberga ecosistemas muy especiales que presentan alta diversidad biológica y diferentes condiciones para el desarrollo de la vida, ya que son bosques asentados en suelos pobres (arena blanca), lo que ha dado origen a una flora y fauna únicas, adaptadas a condiciones ambientales muy duras.
Para celebrar estos primeros siete años de categorización, la jefatura y el personal del área han organizado un programa de actividades que integran a las poblaciones aledañas.
Las actividades comenzaron el último martes con tres días de difusión de la labor del área natural protegida en una emisora local. El sábado, día central de las celebraciones, habrá un campeonato de fútbol intercomunidades en el poblado de Mishana, en el que participarán nativos asentados dentro del área (San Martín, Mishana, San Juan de Yuto, Provenir, etc.) y los de la zona de amortiguamiento (Llanchama, Libertad, Maravilla, etc.).
La reserva nacional Allpahuayo Mishana se ha convertido en una fuente de recursos naturales para las poblaciones aledañas y les brinda la posibilidad de realizar actividades sostenibles, que les asegura mejoras en su economía y en los ámbitos social, ambiental y científico.
Ello es posible gracias a que la reserva nacional, además de conservar un recurso hidrológico muy importante para las comunidades, alberga una gran biodiversidad de especies: 145 de mamíferos, 497 de aves, 83 de anfibios, 120 de reptiles, 115 de peces y 1,900 de plantas.
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