sábado, 30 de octubre de 2010

PRODUCTORES DE SAN LORENZO NO A LA MINERIA ARTESANAL


Productores no quieren minería en San Lorenzo

Mientras que la minería informal avanza en toda la cuenca del Quiroz y los residuos se van hacia el reservorio de Poechos, y luego se distribuyen a todo Piura, los productores de San Lorenzo buscan la forma de parar la explotación minera que, según denuncia, se encuentra ya en la bocatoma de Chipillico y a 200 metros del reservorio de San Lorenzo. En una reunión sostenida ayer, indicaron que comenzarán a tomar acciones para evitar los daños que puede traer al valle.Para algunos, la minería en San Lorenzo no es rentable. Es sólo una fachada para posible lavado de dinero. Esto no está probado, pero sea como fuere, el valle está en plena ebullición y la actividad minera sigue creciendo.Tito Flores, presidente de la Junta de Usuarios de San Lorenzo, indicó que es necesario en primer lugar pedir análisis completos de la calidad del agua y de los sedimentos del reservorio de Poechos, porque los metales pesados tienden a irse hacia el suelo y no flotan en el agua. Al respecto Marco Castillo de la Autoridad Local del Agua, sostiene que la Dirección Subregional de Salud, realiza controles de calidad y lo que encuentra son coliformes fecales, lo que hace que el agua no sea apta para el consumo. Esto, porque en toda la cuenca del Quiroz, no existen lagunas para el tratamiento de aguas servidas. Sólo Paimas ha logrado implementar algunas. El resto bota sus desagües al río.Ante la amenaza de la minería, las organizaciones de San Lorenzo, evalúan la posibilidad de tomar acciones, como lo hacen en otras partes. En este sentido, Flores indicó que en Lambayeque y Cajamarca han anunciado paros para el 25 de noviembre, con el fin de llamar la atención de las autoridades sobre este tema.
El Decreto 027Mediante el Decreto 027- 2007 se declaró zona de protección el área adyacente a la infraestructura hidráulica mayor del canal de derivación Quiroz. Esto comprende toda la zona de Paimas. La declaratoria se hizo en virtud a la constante deforestación, excavaciones superficiales, uso de explosivos y construcción de galerías subterráneas que originan erosión en la cimentación y taludes de la infraestructura hidráulica. Este decreto señala también que los residuos mineros depositados por la minería informal en los cauces de los ríos y quebradas afluentes, ponen en riesgo la conservación y preservación de los recursos hídricos en las cuencas del río Quiroz y Chipillico, afectando de esta manera la calidad de los productos de agroexportación que produce el valle.La zona declarada de protección, comprende toda el área adyacente a la infraestructura hidráulica, desde la bocatoma de Zamba hasta su descarga en la quebrada Totoral. También es zona protegida la subcuenca alta y media del río Chipillico.

Se unen para hacer frente a los acopiadores

Productores de mango firmes en sus precios

Los productores de mango se organizan para lograr un precio justo.
Se cansaron de que los acopiadores de mango les paguen lo que quieren y cuando quieren. Ahora los productores de mango, dueños de la fruta, ponen sus condiciones para vender. Que les paguen un precio justo y contra entrega. La idea es eliminar la cadena de acopiadores y venderles directamente a las empacadoras y exportadores.
Teo Zavala Palacios
El año pasado una caja de mango llegó a costar dos soles y algunos acopiadores incluso pagaron 1,20 soles. La consecuencia: el productor perdió. Con esa experiencia, este año los productores de mango de San Lorenzo se han agrupado en una asociación denominada Central de Productores de Mango, que buscan fortalecerse para tener nivel de negociación. En este año han establecido como mínimo un precio de 16 soles por caja de 20 kilos. Consideran que con ese precio pueden recuperar su inversión y obtener una ganancia.Se estima que mantener una hectárea de mango al año les demanda una inversión de ocho mil soles y su producción puede estar entre 14 a 25 toneladas, de las cuales el 70% es exportable y el resto se va al mercado nacional o a las plantas procesadoras de jugos o conservas, que pagan mucho menos que el mercado internacional.Francisco Casto Fernández sostiene que cuentan con el apoyo de la Junta de Usuarios de San Lorenzo y de la Agencia Agraria de San Lorenzo y la idea que comenzó con pocos productores está tomando fuerza y ya tienen 700 inscritos. Aclara que no se trata de una concertación de precios, sino de establecer un precio mínimo que les asegura una rentabilidad. Con la unión de todos los productores, se tendrá una fuerza para la negociación. Este año están decididos a jugarse el todo por el todo y hacer respetar su voluntad. La idea es no vender por debajo de los 16 soles por caja de 20 kilos.En cada campaña, asegura Castro, el precio comienza alto, a veces a 18 soles, pero luego cae y el año pasado fue tal la producción que mucha fruta se perdió o simplemente hubo que pagar peones para que la recojan y la lleven a botar fuera de los predios. Este año sostiene que la producción será menor. Se avisoraba una buena campaña, pero el frío que se mantiene, está tumbando al suelo flores y frutos cuajados.
La cadena acopiadoraLa Asociación Central de Productores de Mango de San Lorenzo quiere, en primer lugar, entrar al mercado internacional con una marcha que será la de Acepromango. Para ello cuentan con la asesoría de asociaciones de productores como Apromalpi, de Chulucanas o Cepibo, que tienen experiencias exitosas en la comercialización de sus productos.Castro sostiene que quienes en realidad se llevan la ganancia de los productores, son los exportadores y los acopiadores. Muchas empresas exportadoras no negocian con el productor, sino que le compran a los acopiadores que son comerciantes que llegan al valle en la época de la producción. Estos actúan como intermediarios y a ellos las empresas les pagan hasta 25 soles la caja de 20 kilos.Otra de las acciones que quieren lograr es que los compradores paguen un precio justo por un peso justo. Según explican los productores, cuando un acopiador va a una parcela a cosechar el mango comprado, llena las “jabas”, a su antojo. Nunca se pesan y esto va en perjuicio del agricultor, porque siempre lleva más de 20 kilos.