miércoles, 15 de septiembre de 2010
INICIATIVA. PAÍSES ANDINOS TRABAJAN PROYECTO REGIONAL PARA ERRADICAR INSECTO Unidos contra mosca de la fruta
Perú, Ecuador, Bolivia y Colombia buscan apoyo de organismos externos
Objetivo es lograr áreas de escasa o baja prevalencia de la plaga
Cecilia Fernández Sívori mfernandez@editoraperu.com.pe
La ciencia y la tecnología se unen para el desarrollo del agro en nuestro país, de la mano de un singular grupo de profesionales del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) que día a día trabaja en la Unidad de los Centros de Producción de Moscas de la Fruta.
Esta sección, como su propio nombre lo indica, se dedica a producir moscas de la fruta estériles para apoyar en la tarea de mantener erradicada de este insecto a importantes zonas agrícolas del país.
El trabajo está dirigido también a contribuir a la futura eliminación de otras regiones en proceso de declararse zonas liberadas de la también conocida como Ceratitis capitata, que depreda los cultivos e impide un desarrollo óptimo de nuestra agricultura.
Hoy, gracias a esta labor tesonera y a la toma de conciencia de nuestros agricultores, el Perú presenta las regiones de Tacna y Moquegua como áreas libres de la mosca de la fruta desde 2007, constituyéndose en un ejemplo a escala regional.
Este logro permitió una sustancial mejora en la agricultura de esas zonas, al elevar no solo la calidad de sus cultivos, sino también permitir la exportación de sus productos a exigentes mercados, con la consiguiente puesta en valor, que remunera a nuestro agro en su justa medida.
Equipo
El ingeniero Pedro Molina Salcedo, director del Centro de Producción de Moscas de la Fruta Estériles del Senasa, nos permite conocer las instalaciones, y con orgullo habla del trabajo que jóvenes profesionales y técnicos realizan en las instalaciones del Senasa, en el distrito de La Molina.
Al recorrer los ambientes, parece increíble imaginar que ahí pueden producirse millones de moscas estériles por semana para mantener a raya a las plagas que azotan a nuestros campos.
La experiencia de Tacna y Moquegua, explica Molina, “mantiene cerca de 57 mil hectáreas libres de moscas de la fruta. Estos dos departamentos presentan un potencial de agroexportación muy alto. Por ejemplo, exportan aceitunas, manzanas y peras a mercados extranjeros con éxito. Moquegua impulsa la venta de nuestra sabrosa palta Hassinger a Estados Unidos”.
“Liberar esa zona de la temible mosca de la fruta permitió su desarrollo. La clave es seguir manteniendo el área despejada de este insecto. Como una acción preventiva para que esos campos no se vuelvan a infectar, lo que se hace es soltar de manera permanente y continua una cantidad mínima de insectos estériles. Este laboratorio cumple esa función trabajando arduamente”, sostiene Molina.
Pero estas zonas no son las únicas, “Arequipa, Ica y el valle de Olmos, en Lambayeque, están liberados desde 2008. Aunque ahí no se utilizó el insecto estéril, el programa piensa que se necesitará porque no se logró su erradicación total. Ahora, estamos en la tercera etapa del proyecto, que es la eliminación de la mosca de la fruta en Lima, Áncash y Trujillo; un proyecto muy grande de cerca de 100 millones de dólares”.
“Se calcula soltar en Lima cerca de 300 millones de insectos por semana. Es conveniente precisar que aquí no se pueden aplicar productos químicos. Al igual como se hizo en Arequipa, Tacna y Moquegua, se liberan insectos en la ciudad y la gente no se da cuenta porque actúan de manera silenciosa.”
Para aplicar esta técnica se necesita contar con una planta de producción de insectos estériles. Para tal fin, el Senasa tiene dos plantas o biofábricas, cuya capacidad de producción es de 400 millones de machos estériles por semana.
En la actualidad, se llega a 90 millones de machos estériles por semana, los que se distribuyen y sueltan en las regiones de Tacna y Moquegua, como una acción preventiva; asimismo, en Lima, en la zona de irrigación Santa Rosa, y Lambayeque, en el valle de Olmos, que se encuentran en proceso de erradicación de la Ceratitis capitata.
Experiencia
Gracias a estas experiencias de éxito, Ecuador, Bolivia y Colombia, junto con el Perú, gestionan un proyecto regional andino para el control y supresión de las moscas de la fruta, con el apoyo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), con la finalidad de obtener áreas de escasa o baja prevalencia de esta plaga, para poder exportar sus productos frutícolas a mercados internacionales.
“En esta labor regional, el Senasa participará como transmisor de la exitosa tecnología de control y erradicación de la plaga y proveedor de millones de moscas de la fruta estériles para los campos frutícolas de los países de la región andina”, adelanta Molina.
Consultado para qué fecha se espera llevar adelante esta iniciativa, responde que “está prevista para fines de 2011 e inicios de 2012, porque los países tienen que haber incorporado los controles cultural y químico, con el fin de haber bajado la población para poder comenzar este trabajo”.
Nuestro país, entonces, participará de esta interesante experiencia, ya que contamos con un centro remodelado y equipado entre 1998 y 1999.
“Este centro tiene su origen en 1974. Quizá fue uno de los primeros laboratorios diseñados y equipados a escala mundial. Fue a través del ingeniero Juan Simón, pionero en el tema de la producción masiva de insectos, que comienza a ser una realidad este laboratorio."
Fue en 1998 y 1999, recuerda Molina, en que el Perú obtiene un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo, mediante el cual se elabora un proyecto para el control y erradicación de la mosca de la fruta en los valles de la Costa peruana.
“Dentro de esta propuesta se planteó la remodelación de este centro para equiparlo. Se trajeron consultores internacionales para hacer su diseño. Sin duda, nos permitió desarrollar el trabajo que hoy sacamos adelante.”
Proceso
El trabajo en este laboratorio funciona con una exactitud propia de un reloj y puede apreciarse el inicio del proceso de producción de moscas de la fruta estériles desde la zona de pares reproductores, donde en las manos de la bióloga Jessica Velarde comienzan su ruta a la producción de nuevos seres benéficos para nuestra agricultura.
Son, como explicábamos líneas arriba, millones de insectos los que se producen.
Obviamente, muchos de ellos mueren en el proceso, ya sea porque no completan su desarrollo o por ser hembras; las cuales no son necesarias para nuestro agro, ya que solo se cuenta en campo para la erradicación a los machos de laboratorio.
Es increíble ver cómo nacen en laboratorio estas moscas y cómo se reproducen los ambientes que en condiciones naturales permitirían su desarrollo. Ambientes con bajas temperaturas, algunos con mucha humedad y sensación térmica alta, entre otros, permiten este ciclo.
Ya logradas y aún en laboratorio se les somete a un proceso de esterilización y pintado para reconocerlas en el campo como moscas de la fruta producidas en el laboratorio peruano.
Sin duda, se viven nuevos retos en el Senasa y, en particular, en el Centro de Producción de Moscas de la Fruta Estériles, donde profesionales peruanos desarrollan una labor que muchos pueden desconocer, pero que es importante reconocer pues, desde sus laboratorios, permiten el desarrollo de nuestro agro y, por ende, de la economía.
Irradiación de productos
Ante la necesidad de darle mayor uso y gracias a la optimización de los recursos, “a partir de 2005, sobre la base de la capacidad instalada del irradiador panorámico tipo II ubicado en las instalaciones del Centro de Producción de Moscas de la Fruta, se presta el servicio de irradiación a terceros de productos, como especias, filtrantes, semillas, colorantes orgánicos y subproductos deshidratados de origen vegetal, con la finalidad de reducir significativamente la posible presencia de microorganismos dañinos y se pueda comercializar en el mercado interno o internacional”, explica Pedro Molina.
A la fecha, se irradiaron 143 mil 487 kilogramos de productos, de acuerdo con los lineamientos de las normas técnicas peruanas aprobadas por el Indecopi. Para el próximo año, se tiene programada la recarga de la fuente radiactiva, con lo que se espera quintuplicar la oferta, a fin de cubrir la creciente demanda por este tipo de tratamiento.
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