viernes, 2 de julio de 2010

Mas de 40 beneficiarias de programa JUNTOS se benefician con panaderia




Más de 40 beneficiarias de Juntos en caserío de Piura instalan panadería para mejorar calidad de vida



Unas 44 beneficiarias del programa Juntos del caserío Ullma, ubicado en el distrito de Lalaquiz, en Piura, instalaron una panadería comunal con el fin de generar ingresos adicionales a los que perciben por el referido programa, lo cual les permite mejorar la calidad de vida de sus familias.


Durante los primeros días de diciembre del 2009, las beneficiarias decidieron rehabilitar un horno construido hace muchos años por los pobladores de Ullma con el propósito de instalar una panadería comunal.

Teresa Tamaris López, una de las impulsoras del proyecto, indicó que la panadería primero se instaló para la venta y consumo de pan de las propias beneficiarias.

El capital inicial que aportó cada beneficiaria para la primera faena fue de cinco nuevos soles, con lo que compraron harina y otros insumos para la producción de 500 panes, señaló.

Los panes tuvieron mucha aceptación entre las familias del caserío, las cuales anteriormente solo consumían papa, yuca, camote, ocas y otros productos de la zona.

Motivadas por la acogida de la población y los márgenes de ganancia de cada faena que llegaban entre 30 y 40 nuevos soles, las beneficiarias acordaron elaborar pan cada dos o tres días y no cada ocho como lo hicieron en las primeras semanas.

Ello motivó a que los recursos que se obtenían fueran incrementándose. Su distribución entre las 44 madres fue siempre de forma equitativa.

“Ahora los pobladores de esta zona pueden consumir pan del día, con sabor especial, hecho con nuestras propias manos y sobre todo con su compra nos permiten obtener ingresos adicionales para la familia”, comentó Juliana García Guerrero, otra impulsora del proyecto.

Debido a los buenos resultados, se ha formado una directiva que administra la panadería comunal, la cual se trazó como meta construir un nuevo horno en un local apropiado.

Para tal efecto, las 44 beneficiarias aportan una cuota de cinco nuevos soles mensuales. “Ya tenemos una cantidad importante y esperamos en breve hacer realidad el proyecto”, añadió, tras referir que la producción sería llevada también a los caseríos de Maray, Tambo y San Lorenzo.

“Vamos a necesitar de una amasadora y cortadora y ya no elaboraremos panes de forma artesanal. Para ello vamos a gestionar un crédito o buscar una institución que nos financie y apoye para incorporar estas máquinas. La meta es formalizar una pequeña empresa”, indicó.

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