martes, 20 de octubre de 2009
CHIPS EN TALA Y VENTA LEGAL DE MADERA
Prueban uso de chips en el control de la tala y venta legal de madera Primer cargamento extraído de Ucayali llegó a Lima el jueves pasado. En el proyecto participa la Organización Internacional de las Maderas Tropicales
Actualmente los mercados internacionales están exigiendo pruebas fehacientes de que la madera que adquieren tiene un origen legal y proviene de bosques manejados con altos estándares ambientales y sociales.
Es por ello que empresas nacionales y extranjeras, ligadas a la cadena productiva y exportadora de maderas peruanas, vienen probando tecnología de trazabilidad forestal electrónica combinada con procesos de certificación del mismo tipo. Ellas cuentan con el apoyo del Ministerio de Agricultura y de la Organización Internacional de las Maderas Tropicales, con sede en Japón.
La madera seleccionada para esta experiencia fue talada en los territorios de la etnia Yaminahua, que habita la zona de El Dorado, en la región Ucayali, cerca de la frontera con Brasil. Este procedimiento cumplió con los requisitos y trámites establecidos por la autoridad forestal.
Los nativos yaminahuas cumplen desde el año 2007 con un programa de desarrollo comunal en alianza con la empresa privada Forestal Venao, lo que les permitirá en un futuro cercano obtener certificación forestal internacional del FSC que reconozca y acredite los altos estándares alcanzados en el manejo y aprovechamiento de sus extensos bosques. Con ello podrán obtener mejores precios por su producto.
DETALLES DEL PROCESO
Antes de talar los diez árboles seleccionados para esta experiencia se realizó un censo forestal electrónico y de ubicación usando un satélite. Luego de la tala se instalaron chips de radio frecuencia en la base del árbol cortado para marcar el origen e inicio de la cadena productiva.
Durante 15 días la madera viajó por río y camión desde el bosque hasta llegar al puerto fluvial de Pucallpa. En esa ciudad, los troncos fueron procesados, de acuerdo a los requerimientos del comprador de EE.UU., en el aserradero de la empresa Forestal Venao. Esta operación fue supervisada por autoridades y representantes de las empresas participantes.
De inmediato, la madera fue empaquetada, etiquetada y cargada en un camión que pasó once puestos de control forestal en su viaje de tres días hacia Lima. Luego de pasar el control y peaje de Corcona, la madera fue trasladada hasta la empresa almacenera en donde se preparará el container que en veinte días partirá hacia Estados Unidos.
La madera cuenta con numeración única otorgada por una empresa internacional participante en el proyecto, que se graba en todos los soportes, como los chips y las etiquetas de código de barras, que protege la madera.
Toda la información recolectada en campo ha sido verificada en papeles por la autoridad forestal y también será comparada electrónicamente con formatos en línea y en una base de datos interactiva construida por una empresa internacional que apoya el proyecto
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